Consecuencias de la dependencia afectiva
Se producen, incluso, enfrentamientos y rupturas con amigos o familiares
por defender esta situación. El dependiente nunca llega a ser feliz.
Sufre problemas de
ansiedad y/o depresión y un cierto desprecio por sí mismo al ser
consciente de que se está arrastrando ante alguien que no sólo no lo ama sino
que incluso lo maltrata. Las personas cercanas al dependiente emocional intentan hacerle ver que
esa relación que mantiene es patológica y que sólo le hace sufrir. El
dependiente se enfrentará a ellos por defender su relación e incluso exigirá a
sus familiares un trato especial hacia su pareja, del mismo modo que él hace.
En su mente la persona con la que está es superior y todos los demás
deben reconocer esto y hacer que esa persona sea feliz y tenga todo cuanto
desee. Esto conlleva, en la mayoría de los casos, una ruptura con sus
familiares y amigos que hará que su dependencia aumente al encontrar
como único apoyo en el mundo a la pareja. El aislamiento al que ellos mismos se
conducen hace que el problema aumente.
También el dependiente puede llegar al abandono de sus propias
responsabilidades laborales por satisfacer necesidades de la pareja. El
deterioro social, familiar, laboral y personal del dependiente emocional puede
llegar a ser tremendo.
Si hay hijos, con mucha frecuencia se observan comportamientos de falta
de respeto e incluso desprecio por parte de ellos hacia el progenitor
dependiente. Aprenden a no respetar a alguien que se muestra tan falto de
dignidad.
También existe mala relación hacia el otro progenitor puesto que, como
ya he indicado, suele ser una persona egocéntrica y desconsiderada que tampoco
muestra cariño o preocupación por sus hijos.
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